11 de julio de 2014

La opinión pública ante las Misiones Internacionales

El público presta poca atención a las misiones internacionales y a las Fuerzas Armadas y serán los medios de comunicación los que canalizan los flujos de información y de opinión.


José Antonio Olmeda durante su ponencia
Dentro del curso Paz, seguridad y defensa: riesgos y amenazas vistos desde España, José Antonio Olmeda, catedrático de Ciencia de la Administración en la UNED y decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología en su ponencia sobre La opinión pública española y las misiones internaciones de las Fuerzas Armadas ha expuesto los datos de un estudio sobre la opinión de un estudio sobre la opinión que tienen los españoles sobre las misiones internacionales de las Fuerzas Armadas.

Los primeros resultados obtenidos en su análisis es el escaso interés que tenían los entrevistados por las misiones internacionales (misiones de Afganistán y Líbano), al que se introdujo un ítem posterior: el coste humano y material que habían supuesto ambas operaciones, frente a lo que se pudiera esperar los porcentajes de aceptación o rechazo apenas variaron.
Dentro de la literatura especializada, el profesor Olmeda, señaló dos marcos teóricos de referencia:

- La visión racionalista que pone su énfasis en los cálculos racionalistas de coste-beneficios; si una misión se percibe como un éxito será apoyada por la mayoría de la opinión pública, mientras que si no se percibía como tal la opinión estaría en otra.

- El enfoque sobre la racionalidad del público al sopesar costes y beneficios, sería cuestionado por Berinsky en tres puntos fundamentales:
 1. El público no tiene grandes conocimientos para efectuar juicios políticos.
 2. Buena parte de los análisis se centran en las diferencias del apoyo colectivo.
 3. Los apoyos tienen una naturaleza partidista, así la población reacciona de acuerdo con sus identidades políticas y sociales.

Misión internacional en Afganistán
Basado en el modelo John Zaller, considerará que la opinión de un individuo se construirá a partir del saldo neto de los mensajes que recibe, de esta manera el apoyo hacia estas misiones estaría sustentado en la información y opinión que se canaliza a través de los medios de comunicación.

De ahí que la agenda política muchas veces se haga no tanto por su valor sustantivo o por principios sino de cara a los medios de comunicación.

Otro hecho a tener en cuenta es la evolución de la opinión teniendo en cuenta el mensaje y la implicación de las élites politicas, ejemplo de ellos es el cambio de posicionamiento que se pudo observar en el posicionamiento español sobre la Guerra del Golfo en 1991.

La mayor implicación española en el escenario internacional (miembros de la UE y de la OTAN) y la participación de las Fuerzas Armadas en diversos teatros de operaciones, ampliamente difundida tanto por Felipe González, presidente del Gobierno, como por Rosa Conde, la portavoz, o el ministro de Asuntos Exteriores fomentaría un aumento en la aprobación de tales operaciones pasando de un 41,4% en febrero de 1991 de apoyo a la guerra a un 69% al final de la misma.

Desde entonces la visión que desde las distintas agendas políticas se ha dado de las distintas misiones internacionales, es el una especie de organizaciones no gubernamentales y aunque se presenten como misiones humanitarias, todo ello contradice la verdadera misión de las fuerzas armadas que es el combate.

Y los ciudadanos al carecer de mucha información se van a identificar con la opinión de sus líderes.

Junto a la pertenencia a un sistema de medios de pluralismo polarizado, en las que los medios de comunicación están alineados políticamente hace que influyan poco en la opinión pública y sin duda es el componente ideológico de los encuestados el que va a determinar en gran parte la percepción que se tiene de las Misiones internacionales y de las Fuerzas Armadas.

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