Intentando contextualizarlo dentro de la pugna política e ideológica que se da en la corte de Felipe II entre el partido ebolista y el partido albista y de una forma más concreta explicando el apoyo que la familia Mendoza va a ofrecer a la reforma carmelita de Santa Teresa mediante la labor noble de fundar conventos.
Ana de Mendoza, a semejanza de otras damas de la familia Mendoza, llamará a la santa para fundar un convento, y en realidad fundará dos, uno para mujeres que posteriormente cerrada (algo inaudito) y otro de frailes carmelitas.
Dos son los conflictos, según los biógrafos de ambas, que les llevarán a justificar el encierro de la princesa: 1. la incautación por parte de la Inquisición del libro de la vida de Santa Teresa de Jesús y 2. Teresa, cerrará el convento de Pastrana. En ningún otro caso se cerrarán conventos pese a que todos tengan los mismos problemas que los existentes en el convento de Pastrana, e incluso el de monjes carmelitas se mantendrá abierto hasta la desamortización de los siglos posteriores.
Teresa de Jesús se apoyará primero en el partido ebolista, sustentado por la familia Mendoza y cuando las tornas políticas se vuelven contra las élites mendocinas, se sitúa en el bloque de los Alba para poder seguir con su reforma carmelitana, por su encima de su estrategia nos revela la importancia y la dimensión, social, religioso, político, ideológico de estas redes de poder femenino de estos linajes donde estas mujeres no pueden actuar que es la política de la corte.
La historiografía ha tratado a la Princesa de Éboli a través de sus errores y extravagancias que no se sitúan dentro de los cánones de las mujeres ideales del momento, en contraste con su marido, así citará al propio ,Marañón que al referirse a Ana de Mendoza dirá : “las locuras se desaten ya viuda…”
Se la opone con Teresa de Jesús cuya interpretación histórica sirve para reforzar las especulaciones y carácter alocado de la princesa, que permite justificar su encarcelamiento de por vida, más que cruel, frente a la prudencia de Santa Teresa, hecho que hace que se cierre un convento, significa entrar en enfrentamiento con la Princesa de Éboli y lo que pudiera significar.
La Princesa de Éboli, como miembros de la casa de los Mendoza, defendía una práctica religiosa vivencias, buscaban una espiritualidad interior más personal, una relación más directo entre el acto y dios al margen de la jerarquía eclesiástica. Las cortes mendocinas servirían como base de tendencias reformistas, la protección al movimiento alumbrado en Guadalajara, pastrana o escalona y una de una forma más velada a la corriente erasmista.
En el Libro de las Fundaciones, la santa explicará los motivos que le llevaron a abandonar Pastrana, por el capricho y exigencias de la Princesa Éboli, la profesora Alegre señala que las dificultades iniciales fueron las mismas que en otras fundaciones: problemas de espacio, el obligar a las monjas a celebrar una misa por el alma de su difunto esposo y solicitar una copia del manuscrito de la vida de Teresa.
La Princesa de Éboli y Teresa de Ávila coincidirán en Pastrana, tradicionalmente se ha explicado las relaciones de ambas como una pugna domestica entre dos mujeres con personalidades muy fuertes, donde se exageraban los defectos de la princesa, su carácter alocado y frívolo y se ensalzaban los valores de la monja, entre ellos su sensatez y tenacidad.
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| Esther Alegre durante su ponencia |
Dos son los conflictos, según los biógrafos de ambas, que les llevarán a justificar el encierro de la princesa: 1. la incautación por parte de la Inquisición del libro de la vida de Santa Teresa de Jesús y 2. Teresa, cerrará el convento de Pastrana. En ningún otro caso se cerrarán conventos pese a que todos tengan los mismos problemas que los existentes en el convento de Pastrana, e incluso el de monjes carmelitas se mantendrá abierto hasta la desamortización de los siglos posteriores.
Teresa de Jesús se apoyará primero en el partido ebolista, sustentado por la familia Mendoza y cuando las tornas políticas se vuelven contra las élites mendocinas, se sitúa en el bloque de los Alba para poder seguir con su reforma carmelitana, por su encima de su estrategia nos revela la importancia y la dimensión, social, religioso, político, ideológico de estas redes de poder femenino de estos linajes donde estas mujeres no pueden actuar que es la política de la corte.
La historiografía ha tratado a la Princesa de Éboli a través de sus errores y extravagancias que no se sitúan dentro de los cánones de las mujeres ideales del momento, en contraste con su marido, así citará al propio ,Marañón que al referirse a Ana de Mendoza dirá : “las locuras se desaten ya viuda…”
Se la opone con Teresa de Jesús cuya interpretación histórica sirve para reforzar las especulaciones y carácter alocado de la princesa, que permite justificar su encarcelamiento de por vida, más que cruel, frente a la prudencia de Santa Teresa, hecho que hace que se cierre un convento, significa entrar en enfrentamiento con la Princesa de Éboli y lo que pudiera significar.
Esther Alegre y Rosa E. Ríos coordinadora del curso, al fondo imagen de la Reja de la Hora
En el Libro de las Fundaciones, la santa explicará los motivos que le llevaron a abandonar Pastrana, por el capricho y exigencias de la Princesa Éboli, la profesora Alegre señala que las dificultades iniciales fueron las mismas que en otras fundaciones: problemas de espacio, el obligar a las monjas a celebrar una misa por el alma de su difunto esposo y solicitar una copia del manuscrito de la vida de Teresa.
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